12/4/98

¡Decí algo de izquierda!

"¡D'Alema, dì una cosa di sinistra!" ... "¡Dí qualcosa!"


Nanni Moretti en Aprile (1998)

7/4/98

Fútbol y terror

Por Pablo Lettieri
Publicado en LA PRENSA (Cultura)

Situada en otro tiempo y en otro lugar, la última novela de Dal Masetto sería un ejemplo más de aproximación al suspense, escrito por alguien que domina el oficio. Pero Hay unos tipos abajo transcurre en el Buenos Aires del '78, más precisamente durante los últimos dos días del Mundial de fútbol.
Pablo, el protagonista, es un periodista joven, un tipo bastante común, no comprometido políticamente. Cierto día descubre un coche estacionado en la esquina de su casa con unos tipos adentro. A partir de ese momento, su tranquilidad se verá sacudida por el miedo, instalado en la vida cotidiana para quienes —lejos de la euforia y la enajenación triunfalista de la mayoría durante esos años— sospechan que en el país hay gente que desaparece y muere.
Dal Masetto logra crear una atmósfera enrarecida, exasperante, en la cual la paranoia se hace presente a cada instante y en cada lugar. Hay unos tipos abajo está lejos —bastante lejos, por cierto— del nivel literario de Oscuramente fuerte es la vida o La tierra incomparable, sus obras más premiadas. Fue concebida a fines de 1978 y luego llevada al cine por Rafael Filippelli, con guión del autor. No se puede evitar, entonces, la sospecha sobre el oportunismo de su aparición en forma de novela, veinte años después, en plena fiebre mundialista.
Sin embargo, su lectura es oportuna para recordar, mientras hoy todos los televisores están encendidos como ayer, que en la Argentina de esos años reinaba el terror y la muerte.

Hay unos tipos abajo
Antonio Dal Masetto. Planeta, Buenos Aires, 1998. 178 páginas.

La ética del libertino

Por Pablo Lettieri
Publicado en LA PRENSA (Cultura)

La primera visita de Antonio Escohotado a la Argentina tuvo el signo del escándalo. ¿El motivo?: su polémico discurso sobre el uso de drogas psicoactivas como una llave para lograr nuevos estados de conciencia. Pero pocos conocen su extensa bibliografía al respecto, como la ya clásica trilogía Historia general de las drogas, en la que el autor apuesta a la información y la filosofía en contra de la hipocresía y la demonización dominante en el tema de las drogas.
En la misma línea, los textos agrupados en Retrato del libertino cubren distintos tópicos: la lujuria, la hipocondría, el juego, la ebriedad y el derecho a un buen morir, enmarcados en una visión antropológica mediante la cual el hombre sólo puede ser entendido como la unión entre alma y cuerpo, y cuyo trasfondo es la búsqueda de la salud.
En el primer capítulo —el más extenso y el que da título al volumen— toma como punto de partida las memorias de un libertino del siglo XIX para reflexionar sobre las delicias del amor carnal como arte. Y como una forma de llevar adelante una vida sexual plena, sin hipocresías, aunque lejos de transgresiones falsas a lo Sade.
Más adelante toma partido por entender a la salud y a la enfermedad como psicosomáticas, en contra de la ideología de control de la medicina actual, emprendiendo una lucha contra el miedo (la hipocondría) para un mejor vivir. También las ludopatías (tal como la psiquiatría ha denominado al viejo vicio del juego), la ebriedad y hasta la eutanasia, entendida como el derecho a una despedida digna de este mundo, son encaradas por Escohotado con una mirada antropológica en la cual subyace una misma preocupación: la búsqueda de la libertad frente al miedo impuesto por el control.
Polémico, directo, discutible, divertido, a veces falaz, siempre erudito, Escohotado es un filósofo que exhibe el manejo de las transgresiones pero siempre enmarcadas en una ética, un arte de vivir. Retrato del libertino se presenta como un texto esencial para todos aquellos que se piensan a sí mismos como seres libres y, por lo tanto, responsables de sus actos, tanto para lo bueno como para lo malo.

Retrato del libertino
Antonio Escohotado. Espasa Calpe. Argentina. 1997. 162 pags.

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