No puedo imaginar un artefacto más idóneo para difundir la ignorancia y el analfabetismo que el ordenador.
Es inevitable que se convierta en una herramienta para censurar y esclavizar.
Ya está operando en ese sentido al servicio del consumismo.
El uso del ordenador, lleno de fórmulas y capaz de corregir automáticamente la gramática y la ortografía, nos vuelve iletrados.
David Mamet