Por Marcos Vieytes
Publicado en EL AMANTE
La oscuridad del universo de Tim Burton no fue ni será nunca terminal, y ninguna película suya posterior a Ed Wood pudo igualar el solitario desasosiego de aquella. Tampoco lo hace ésta (su fe en la familia es todavía más inocultable que en Charlie...), pero el habitual pesimismo de diseño de su cine es aquí tan funcional a la adaptación del musical en el que está basado el film, y tan robustos los números de Grand Guignol ofrecidos, que uno se deja ganar por esa masa de texturas y sonidos suntuosamente infames. Además está Johnny Depp, un actor que con su forma de caminar, con cada primer plano de su mirada fija en el vacío y con cada una de las erres que raspa al cantar, demuestra ser más complejo, más irredimible incluso que el propio director. La fordiana (por Henry, no por John) secuencia de las afeitadas asesinas en serie es una de las más filosas y significativas del año que comienza.
Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street
EE.UU. / Reino Unido, 2007, '116, dirigida por Tim Burton. Con Johnny Depp, Helena Bonham-Carter, Alan Rickman, Timothy Spall, Sacha Baron Cohen.