14/4/09

"Entre los muros" de Laurent Cantet


Por Naief Yehya
Publicado en TERRA

Los filmes sobre salones de clases pertenecen a un género vasto, a menudo sentimental, didáctico y en ocasiones demagógico. La narrativa está regida por la dicotomía entre dos espacios contrapuestos, y muchas veces antagónicos: el del profesor y el de los alumnos. Cualquier filme de este tipo describe un sistema de poder y control, por tanto trata acerca de la tensión entre los participantes, y es una especie de kammerspiel claustrofóbico, siempre al borde de la confrontación. El nuevo filme del realizador Laurent Cantet, Entre les murs, parte de las convenciones clásicas del género, y utiliza un salón de clases para reflexionar en torno a tensiones raciales y culturales en la Francia contemporánea. Cantet ha logrado hacer un cine social que nunca es solemne ni dogmático. Aparte, desde sus Recursos humanos y El empleo del tiempo, cada una de sus películas, independientemente de su "mensaje", es una vigorosa propuesta estética. La cinta de Cantet obtuvo la Palma de oro en el festival de Cannes, el pasado mes de mayo, y fue elegida para la noche inaugural de la edición 46 del Festival de cine de Nueva York, donde Terra Magazine tuvo la oportunidad de conversar con el director.

¿Podría explicar como alcanza el naturalismo en su filme? ¿Cuál es el equilibrio entre improvisación y la planeación?
No puedo responder con toda certeza, ya no recuerdo exactamente qué nació de la improvisación y qué salió del trabajo con los estudiantes, qué fue lo que yo pedí y qué surgió durante la filmación a través de la libertad que dábamos a los actores para usar lo que yo quería que dijeran dentro de sus participaciones improvisadas. Lo que sí es cierto es que trabajamos durante todo el año escolar que precedió a la filmación, todas las semanas entre cuatro y cinco horas con el equipo de alumnos. Esto es lo que a menudo hago cuando trabajo con actores que no son profesionales, pero aquí fuimos un paso más allá ya que tomamos el riesgo de improvisar durante la filmación. El guión se escribió en paralelo con esos talleres de improvisación. Cada vez que filmábamos comenzábamos con una discusión muy larga acerca de los elementos del guión que me interesaba escuchar. Determinábamos así la trayectoria que yo quería dar a cada secuencia. Luego, ya en la clase yo daba ciertos puntos de referencia a cada uno de los actores, para señalar en qué quería que se enfocaran, aún sin saber exactamente qué se diría. Entonces, François Bégaudeau, el autor del libro en que está basado el guión, y actor principal, iba a su escritorio y comenzaba la lección. Los alumnos empleaban los puntos que yo había dado así como sus experiencias personales. Teníamos tres cámaras rodando todo el tiempo, una sobre François y dos sobre los alumnos, para tratar de capturar las emociones, la energía y sutilezas que provocaban las discusiones. La primera toma era improvisación total, en la segunda toma pedía a los estudiantes que cambiaran ciertos elementos de sus participaciones, que retomaran algún pasaje, que cambiaran de orden lo que decían, que añadieran o quitaran algo de lo que habían dicho y así reconstruíamos la escena. De esa manera los jóvenes ya estaban actuando desde la segunda toma, y lo hacían con naturalidad ya que asumían su papel como actores. A veces hacíamos siete u ocho tomas para cada secuencia. Lo que me sorprendió es que durante la edición nos dimos cuenta que podíamos mezclar las tomas, la improvisada y las más trabajadas, y todas tenían la misma energía, precisión o verdad.

Eligió una interesante mezcla étnica para los estudiantes. Es un panorama muy revelador de la sociedad francesa.Elegimos trabajar en el barrio parisino del 20º arrondisement, donde hay gente muy diversa en todos sentidos: en lo étnico, social, racial y cultural. Eso me interesaba mucho. Yo pienso que esto le da al filme una imagen muy justa de la sociedad urbana francesa de hoy.

Su propuesta se centra exclusivamente en el interior del salón de clase y no mira hacia la calle. ¿Por qué?Para mí, la puesta en escena consiste en encontrar un dispositivo fílmico, en este caso elegí no salir de los muros de la escuela, hacer de ese edificio cerrado una especie de caja de resonancia en el que las paredes hicieran que el mundo exterior reverberara en el interior. También es una forma de responder a una percepción reaccionaria de la escuela, en la cual mucha cierta gente quisiera que ésta fuera un espacio protegido de las turbulencias del mundo, aislado del exterior, lo cual es imposible. Yo creo que los alumnos vienen a clases con la influencia de sus problemas, de su vida, de la calle y de una cultura que no es necesariamente la misma que tiene la escuela. Para transmitir algo se necesita establecer una vía de comunicación y no podemos esperar que ésta sea tan desequilibrada como algunos profesores quisieran. No podemos compartir la lengua de Molière, Racine y Proust con los alumnos si no queremos escuchar su lengua, su manera de hablar, sus preocupaciones y su relación con el mundo. Yo quería mostrar el salón de clase como un espacio en el que se aprende la democracia, donde se aprende a escuchar y a tomar en consideración los argumentos de los otros.
¿Cuál es el objetivo de mezclar improvisación y actuación?Primeramente a mí me interesa escuchar a la gente implicada en la historia que estoy contando, quiero aprovechar esa experiencia en el universo que describo y eso es muy importante para nutrir al filme. Pero yo no soy documentalista, no sabría como hacer un documental. Me gusta escribir, contar y construir historias a partir de los elementos que capturo de la realidad. Al escribir un guión uno puede sintetizar en una secuencia de cinco minutos una variedad de elementos que podrían haber sucedido, y al situarlos de determinada forma entre el inicio y el final del año escolar, éstos pueden adquirir un sentido determinado. Además, con estos alumnos pudimos crear personajes, es decir que no son ellos mismos quienes se presentan ante la cámara, como sucede en un documental, y de esa manera cuentan con una especie de protección a su identidad, la cual les permite que sean más sinceros y naturales ya que no hablan de sí mismos sino de su personaje, aunque éste tenga experiencias y una vida muy semejante a la suya.

¿Cómo se compara su propia experiencia como profesor con lo que vemos en la pantalla?
Hace ya muchos años que no doy clases pero yo lo hacía en un pequeño colegio rural, en una ciudad muy pequeña cuya población era lo que podríamos llamar de clase media provinciana, por lo que no tuve la experiencia de la diversidad que se muestra aquí.

¿Cómo eligió a los profesores?Los profesores también son maestros reales de la escuela en que trabajamos todo el año que se involucraron en el proyecto y crearon sus personajes. Una quincena de maestros aceptaron participar y seguimos en mismo proceso con ellos que con los estudiantes. Su experiencia alimentó al filme de una manera muy vital. Lo padres fueron el tercer grupo que hice participar, así que se trata de auténticos padres de familia que tienen la oportunidad de reflejar sus propios puntos de vista, sus aspiraciones y esperanzas para sus hijos.

¿Qué lugar ocupará el filme en el actual debate por la educación en Francia?El filme será tan sólo una pequeña piedra en un debate más viejo que yo, que divide al cuerpo docente y a la sociedad francesa, y que se ha vuelto una especie de deporte nacional. Lo que sí parece es que el filme ha vuelto a lanzar el interés por discutir el tema públicamente. Este es un debate muy ideológico que no me interesa tanto, porque es simplemente una confrontación entre aquellos que creen que la escuela es un espacio que también debe enseñar lo que es la ciudadanía y otros que creen que la escuela es un lugar donde el alumno debe aprender cosas al ser aislado del resto de su experiencia humana. Lo que yo quería realmente mostrar es lo que podría pasar en un salón de clases con 25 alumnos y un profesor de francés. No quiero sacar conclusiones yo mismo, sino mostrar una serie de momentos en un año escolar y dejar que la ideología eventualmente alcance a la narrativa, que es lo que ya está pasando.

¿Qué será de la carrera de los jóvenes actores de este filme?Algunos de ellos ya están actuado o haciendo castings para otros filmes, pero algo que me dio mucho placer es que la noche en que recibimos la Palma de Oro en Cannes, ellos se dieron cuenta de que habían sido reconocidos por su trabajo y su talento. Y eso es importante porque fue una respuesta contundente a la estigmatización de que son objeto los jóvenes en general y los hijos de inmigrantes en particular, que son vistos con miedo o bien que son invisibles y nadie quiere tomarlos en cuenta. En ese escenario este grupo de jóvenes se convirtió en el rostro de Francia y para ellos eso fue muy emocionante.

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