28/4/09

Falleció la poeta uruguaya Idea Vilariño

Y finalmente “ya el afán cesó” y la luz dejó de ser “un haz de espadas”, tal como ella escribió en el poema “Si muriera esta noche”. Idea Vilariño, figura clave de la cultura uruguaya del siglo XX, falleció ayer a la madrugada a los 88 años en una clínica de Montevideo poco después de ser operada por una obstrucción intestinal. Idea integró la Generación del 45, grupo que marcó el rumbo de la cultura del país vecino, junto con Juan Carlos Onetti (ver recuadro), quien fue uno de sus amores, y Mario Benedetti, quien hasta anoche estaba internado “en estado delicado” también a raíz de una enfermedad intestinal.
En Uruguay, y en el mundo literario del Río de La Plata, fue reconocida tras publicar su primer poemario, La suplicante, cuando tenía 25 años. Pero quiso mantener un perfil más bajo que sus compañeros de generación. Fue también ensayista, crítica literaria y traductora (de Tierra purpúrea de William Henry Hudson o de varias obras de Shakespeare, trabajos aplaudidos en el mundo académico). Idea escribía sobre la obra de otros, la de Darío o la de Machado, pero habló poco de la propia. Recién en 1997 concedió una entrevista que sirvió para filmar el documental Idea, dirigido por Mario Jacob.
De todos modos, su obra llegó lejos. Sus versos circulan en señaladores y postales. Y fue incluso más allá de la propia lengua. Se la tradujo al italiano, al alemán y al portugués. Idea compuso canciones que fueron adaptadas por Daniel Viglietti (“A una paloma”) o musicalizadas por Alfredo Zitarrosa (“La canción y el poema”).
“La poesía de Idea era como un árbol crecido al revés, con las raíces al aire. Ese árbol seguirá estando”, declaró ayer el escritor Eduardo Galeano. El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, expresó que “definir a Idea Vilariño es tan difícil y acaso tan innecesario como pretender enjaular al viento” y rescató también “el digno silencio con el que sobrellevó destituciones y censuras durante el período autoritario”.
“Idea Vilariño es una de las voces poéticas más importantes no sólo de Uruguay, sino de América latina”, había dicho Benedetti en 2005, cuando ella fue declarada Ciudadana Ilustre de Montevideo. Entonces también la definió como “una poeta que tiene algo de misterio y de soledad, pero también muy expresiva en su cuota de amor”.
Idea nació en agosto de 1920 en Montevideo. Su padre, Leandro Vilariño, también era poeta y era anarquista y a sus todos hijos les puso nombres que lo dejaban claro: sus hermanas fueron llamadas Poema, Azul, Alma y Numen. Nunca se casó. Nunca tuvo hijos. Fue una de las fundadoras de las revistas Clinamen y Número, en tanto que colaboró con Marcha, La Opinión o Brecha.
A los poemas de La suplicante, le siguieron Cielo cielo (1947), Paraíso perdido (1949), Pobre mundo (1966), entre otros. Todas obras en las que el amor y la muerte son, igual que en la vida, las cuestiones centrales. Lo mismo sucede en Poemas de amor (1957), considerado como su máxima creación. Entre sus ensayos figuran La rima en Herrera y Reissig (1955) y El tango cantado (1981).
Además, Idea trabajó como profesora de Literatura de enseñanza secundaria desde 1952 hasta el golpe que implantó la dictadura en Uruguay en 1973. En 1985, con la vuelta de la democracia, ocupó la cátedra de Literatura Uruguaya en la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República.
Entre otros reconocimientos obtuvo en 1987 el Premio a la Labor Intelectual “José Enrique Rodó” y la medalla “Haydée Santamaría” en 1994.

Ya no

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.

Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.

No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.

No volveré a tocarte.

No te veré morir.

Idea Vilariño

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