Patti Smith estuvo desde siempre en el rock 'n roll. Primero como una fan absoluta en las barricadas de New Jersey, más tarde de hipster en San Francisco, como escritora colaborando con artistas como Sam Shepard y Tom Verlaine, de "enfant terrible" en la escena poética de New York, y como periodista en Creem. Su interview con Keith Richards es un clásico: le hizo una pregunta, agarró sus cosas y se fue. Contrariamente a los poetas que recitaban sus escritos parados tímidamente frente al micrófono como prolijos profesores de inglés, Patti decía sus cosas sacudiendo todo el cuerpo, revoleando el pelo, como una mezcla de Tristan Tzara y Little Richard, como si tuviera el beat de la Motown latiendo por detrás. Cuando agregó a Lenny Kaye en guitarra, convirtió la cosa en canción real, física, explosiva, y dio vuelta toda la escena poética y musical del "downtown" neoyorquino. Su simple independiente Piss Factory inspiró la primera generación de punks, profetas y místicos de la metedrina, lo que llevó a su contrato con Arista y el lanzamiento de Horses en 1975, uno de los momentos más brillantes de los setenta -la visión poética de un Rimbaud unido al estruendo ensordecedor de guitarras eléctricas-, que anticipó todo lo que luego se conocería como punk y new wave. Siguieron Radio Ethiopía; Easter y Wave, todos con chispazos de genio aunque sin alcanzar el poder de conmoción de su primer estallido.
En marzo de 1979 se sentó con su amigo y confidente el escritor William S. Burroughs en el loft de éste en el Bowery, conocido afeduosamente como "El Bunker" -a dos cuadras del CBGB-, para una entrevista íntima y reveladora que permaneció inédita por mucho tiempo. Burroughs había conocido a Patti en el 74, cuando retornó a los Estados Unidos después de veinte años de ausencia, y se entabló entre ellos una profunda y respetuosa amistad que perdura hasta hoy. El reportaje fue realizado en un momento en que la Smith estaba cuestionando seriamente la industria de la música y su papel dentro de ella, a la vez que recapitulando sobre el papel y la importancia de su trabajo. De hecho, fue su última entrevista antes de abandonar el negocio. En morzo del 8O se casó con Fred "Sonic" Smith, que había sido guitarrista de los MC5, un grupo punkanarco-revolucionario de Detroit en los sesenta, y se mudó a esa ciudad. Reapareció diez años después, a fines del año pasado con el LP Dream Of Life, que fue también la oportunidad en que se hizo pública esta entrevista.
En marzo de 1979 se sentó con su amigo y confidente el escritor William S. Burroughs en el loft de éste en el Bowery, conocido afeduosamente como "El Bunker" -a dos cuadras del CBGB-, para una entrevista íntima y reveladora que permaneció inédita por mucho tiempo. Burroughs había conocido a Patti en el 74, cuando retornó a los Estados Unidos después de veinte años de ausencia, y se entabló entre ellos una profunda y respetuosa amistad que perdura hasta hoy. El reportaje fue realizado en un momento en que la Smith estaba cuestionando seriamente la industria de la música y su papel dentro de ella, a la vez que recapitulando sobre el papel y la importancia de su trabajo. De hecho, fue su última entrevista antes de abandonar el negocio. En morzo del 8O se casó con Fred "Sonic" Smith, que había sido guitarrista de los MC5, un grupo punkanarco-revolucionario de Detroit en los sesenta, y se mudó a esa ciudad. Reapareció diez años después, a fines del año pasado con el LP Dream Of Life, que fue también la oportunidad en que se hizo pública esta entrevista.
Patti: Cuando entré en el rock 'n roll, entré en una manera política en cierto modo, no como una carrera. No sé si esto puede parecer extraño, pero yo entré porque sentí que el rock'n'roll, luego de la muerte de la gente de los sesenta, y luego de la desilución de mucha gente después de los sesenta y los primeros setenta, la gente sólo quería que la dejaran sola por un rato. Al principio no entré en pánico, en 1970-71, aún en 1972. Llegué a pensar que la gente estaba recargándose. Pero cuando llegó el 73, y principios del 74, se estaba volviendo peor y peor, y no había señales de nada nuevo, de alguien recobrando su fuerza y volviendo para hacer algo. Sentí que era importante para algunos de nosotros que teníamos un montón de fuerza acumulada, iniciar una nueva energía. Como no había hecho nada en los sesenta, sólo trabajaba privadamente, sentí que era tiempo de hacer algo. Todo lo que realmente esperaba era iniciar alguna respuesta de otra gente. No tenía ninguna aspiración de una carrera o nada por el estilo. Miro alrededor, y me destroza todo lo que sucede en el mundo. Odio ver que la gente se lastime. Veo lo que sucede en Irán, y principalmente me preocupo que Irán pierda su cultura, o que alguien vaya a destruir la tumba de (el poeta Sufi) Rumi. Yo me preocupo por cosas que no son, supongo, realmente tan imporfantes para nadie. Pero las cosas con las que yo estaba envuelta políticamente en América, eran cosas muy simples que tenían que ver con las mentes de los adolescentes, y cómo estaban siendo formadas. De adolescente creo que fui muy aforfunada. Crecí en la era de John F. Kennedy, Bob Dylan, los Rolling Stones... había un montón de alimento para el pensamiento en esos tiempos. Había muchas cosas que me inspiraron, no tanto en un sentido de activismo, sino que mi mente estaba constantemente férfil. Y sentí que a comienzos y mediados de los setenta, no había mucho que estimulara las mentes de las nuevas generaciones. La radio era nuevamente como los cincuenta, la radio alternativa que habíamos construído en los sesenta se había vuelto muy orientada hacia el negocio, y programada como una especie de Top Forty glorificado. No había un terreno de comunicación centralizado para la juventud del futuro, no había para nada un sentido de unidad en todo el país, y yo sentí que...
Burroughs: ¿Sentís que lo hay ahora?
Patti: No siento tanto que lo haya ahora, pero pienso que hay más posibilidad de que suceda. Pienso que hay un re-despertar del espíritu de los chicos. Quiero decir, no soy una persona nostálgica. No tengo deseos de mirar hacia atrás y llorar por los sesenta. Miro hacia adelante hacia los ochenta y noventa. Pero creo, simultáneamente, que los chicos se están empezando a agitar. Siento que en mi propio modo, fui capaz al menos de poner un palito en los carbones, atizar un poco el fuego. Ahora estamos en el 79 y yo todavía estoy metida en esto, pero ha llegado un punto en mi vida en que, como vos dijiste, tengo que parar y decir "¿Qué estoy haciendo?" Ha llegado el punto ahora donde, luego de tener un simple éxito y tener cierta cantidad de suceso, y tener gente que gravita hacia mí porque tengo potencial de éxito, es tiempo para mí de tratar de comprender exactamente qué estoy haciendo. Porque no empecé a hacer lo que estaba haciendo para construir una carrera. Y me encuentro en un momento de mi vida en que, si no soy cuidadosa, eso es exadamente lo que van a construir para mí. O que podría encontrarme a mí misma trabajando para lo que son las ideas de otra gente sobre mi carrera. Por otra lado, yo soy una persona muy fuerfe. Quiero decir, todas esas cosas sucedieron, pero siento como que he conseguido salir de un tiempo de tentación. No creo que alguna vez me haya vendido o que haya hecho cualquier cosa de la que me avergüence, pero siento que he entrado en un período de tentación. Y por eso es que he estado muy callada durante un año, porque tenía que pensar sobre lo que estoy haciendo. Inicialmente, todo lo que quería de la vida era comunicarme conmigo misma, pero más que nada ser capaz de comunicarme honestamente con otra persona, totalmente...totalmente. Telepáticamente, o lo que sea. No tengo deseos de ser como alguna estrella de cine y dejar una hilera de maridos detrás mío, ¿sabés?
Burroughs: Yeah.
Patti: No quiero llenar de mierda a la gente, y no quiero tampoco que me llenen de mierda. No me gusta un tipo de adoración abstracto, tipo vaca sagrada, sin razón alguna. Pero he dicho a menudo, y todavía encuentro que es el mejor modo de describirlo, es como un muy extático tipo de vampirismo mutuo el que tenés que tener con la gente. Algunas veces necesito su energía, y especialmente después de mi accidente, cuando estaba empezando a tratar de aprender cómo estar sobre un escenario nuevamente, no sólo tenía miedo, sino que mi energía... no podía realmente moverme demasiado: quiero decir, vos estuviste en una de esas perfomances cuando yo estaba empezando a retornar (CBGB; 1977). No había salido de la cama durante unos cuantos meses, y era adicta a las píldoras, o lo que sea, y tenía que ser cargada hasta el escenario... Recuerdo que subí al escenario y pensaba, "Esto es una locura, hacer este show. No puedo ni siquiera caminar, voy a tener que sentarme". E hice que me pusieran una silla en escena y pensé "Bueno, a ellos o les importa si me siento en la silla". Su energía, psíquica y espiritual, a la vez que ísica, me levantó.
Burroughs: ¿Dirías que contribuyó a tu recuperación?
Patti: Siento que lo hizo. Esos doctores me decían "Si no te operás, nunca vas a poder interpretar nuevamente". Bueno, yo me rehusé a ser operada. No creía nada de todo eso, pero estaba con tanto Percodan y cosas... Y estaba llegando a un punto luego de un par de meses donde realmente me empecé a preguntar, cómo nunca me había accidentado antes... no podía ni llegar sola hasta el baño. Bueno, esos nueve días que pasé con la gente (los "Out of Traction/Back In Action"- Fuera de tracción, de nuevo en acción-), haciendo un par de sets por noche en el CBCG, alrededor de la época de "Easter", en el 77, fueron la mejor terapia que tuve. Me saqué el collar (para mantener el cuello inmóvil) al final de todo eso. No podía bancármelo.
Burroughs: Ese accidente ocurrió en Tampa, ¿no es cierto?
Patti: Sí.
Burroughs: Yo tuve una de los peores perfomances de mi vida en Tampa.
Patti: Esa performance en particular fue la culminación de uno de mis tres grandes períodos. Interpretar era algo nuevo para mí. Luego del período inicial de interpretar, donde como dije, mis primeras aspiraciones eran políticas, en mi propia manera, luego encontré que fue más allá de eso. Fui más allá, porque mis políticas son muy simples. Básicamente quería ser fuente de inspiración para los chicos, hacer que sacudan el culo, hacer que piensen, hacer que se sientan molestos, enojados, tanto como yo lo estaba. Hacer que miren a su alrederor y miren lo que está pasando, aún de la manera más simple, simplemente hacer que se pregunten unas pocas cuestiones. Vos sabés, intersedar un poco de alegría y dolor extra en sus vidas. Pero luego de un tiempo, me sentí muy intoxicada con el ritual de interpretar. Siempre intentamos algo más allá de lo que podíamos hacer, cada noche, lo que fue extremadamente doloroso para la mayoría de la banda. Para mí, es una alegría. Para, yo diría para la mitad de la banda, es una alegría, y para la otra mitad, es un dolor total tener que disparar más allá de ellos mismos en ese tipo de situación de presión, enfrente de la gente. Pero esas eran parte de las reglas para entrar a la banda. Quiero decir, formé la banda con mis ojos abiertos, pero cada tipo tenía que tener sus ojos abiertos también, saber que íbamos a intentar cosas que quizás no siempre fueron lo que teníamos que hacer para perpetuarnos a nosotros mismos como estrellas de rock. Tenían que comprender que buscábamos ciertas cosas que iban a ser algunas veces perjudiciales para nuestro avance en los círculos de negocios y sociales del rock 'n'roll. Y eso era muy duro.
Burroughs: Bueno, la misma cuestión aparece con la pintura, o la escritura.
Patti: Sí, pero la cosa es, cuando estás pintadno, o cuando estás escribiendo, vos tomás esa decisión, y es tu propia decisión. Pero en una banda de rock'rí roll, vos estás envuelto en lo vida de un montón de gente diferente. Y hay un montón de dinero en juego.
Burroughs: Estás envuelto en toda una generación -tu agente, los miembros de la banda, todo tipo de gente.
Patti: Estos han sido en realidad los años más duros de mi vida, fui demasiado idealista sobre el rock'n'roll. Yo lo amaba tanto, y pensaba que era como, vos sabés, el arte del pueblo. Estaba convencida de que era eso. Y porque lo creía tanto, no estaba preparada para -aún cuando es cierto que un montón de gente trató de prepararme-, no estaba preparada para presenciar la corrupción en su interior.
Burroughs: Bueno Patti, eso está cierfamente implícito en las grandes cantidades de dinero en juego. Dondequiera que haya esas sumas de dinero en juego, va a haber corrupción. Son cosas que van juntas.
Burroughs: ¿Sentís que lo hay ahora?
Patti: No siento tanto que lo haya ahora, pero pienso que hay más posibilidad de que suceda. Pienso que hay un re-despertar del espíritu de los chicos. Quiero decir, no soy una persona nostálgica. No tengo deseos de mirar hacia atrás y llorar por los sesenta. Miro hacia adelante hacia los ochenta y noventa. Pero creo, simultáneamente, que los chicos se están empezando a agitar. Siento que en mi propio modo, fui capaz al menos de poner un palito en los carbones, atizar un poco el fuego. Ahora estamos en el 79 y yo todavía estoy metida en esto, pero ha llegado un punto en mi vida en que, como vos dijiste, tengo que parar y decir "¿Qué estoy haciendo?" Ha llegado el punto ahora donde, luego de tener un simple éxito y tener cierta cantidad de suceso, y tener gente que gravita hacia mí porque tengo potencial de éxito, es tiempo para mí de tratar de comprender exactamente qué estoy haciendo. Porque no empecé a hacer lo que estaba haciendo para construir una carrera. Y me encuentro en un momento de mi vida en que, si no soy cuidadosa, eso es exadamente lo que van a construir para mí. O que podría encontrarme a mí misma trabajando para lo que son las ideas de otra gente sobre mi carrera. Por otra lado, yo soy una persona muy fuerfe. Quiero decir, todas esas cosas sucedieron, pero siento como que he conseguido salir de un tiempo de tentación. No creo que alguna vez me haya vendido o que haya hecho cualquier cosa de la que me avergüence, pero siento que he entrado en un período de tentación. Y por eso es que he estado muy callada durante un año, porque tenía que pensar sobre lo que estoy haciendo. Inicialmente, todo lo que quería de la vida era comunicarme conmigo misma, pero más que nada ser capaz de comunicarme honestamente con otra persona, totalmente...totalmente. Telepáticamente, o lo que sea. No tengo deseos de ser como alguna estrella de cine y dejar una hilera de maridos detrás mío, ¿sabés?
Burroughs: Yeah.
Patti: No quiero llenar de mierda a la gente, y no quiero tampoco que me llenen de mierda. No me gusta un tipo de adoración abstracto, tipo vaca sagrada, sin razón alguna. Pero he dicho a menudo, y todavía encuentro que es el mejor modo de describirlo, es como un muy extático tipo de vampirismo mutuo el que tenés que tener con la gente. Algunas veces necesito su energía, y especialmente después de mi accidente, cuando estaba empezando a tratar de aprender cómo estar sobre un escenario nuevamente, no sólo tenía miedo, sino que mi energía... no podía realmente moverme demasiado: quiero decir, vos estuviste en una de esas perfomances cuando yo estaba empezando a retornar (CBGB; 1977). No había salido de la cama durante unos cuantos meses, y era adicta a las píldoras, o lo que sea, y tenía que ser cargada hasta el escenario... Recuerdo que subí al escenario y pensaba, "Esto es una locura, hacer este show. No puedo ni siquiera caminar, voy a tener que sentarme". E hice que me pusieran una silla en escena y pensé "Bueno, a ellos o les importa si me siento en la silla". Su energía, psíquica y espiritual, a la vez que ísica, me levantó.
Burroughs: ¿Dirías que contribuyó a tu recuperación?
Patti: Siento que lo hizo. Esos doctores me decían "Si no te operás, nunca vas a poder interpretar nuevamente". Bueno, yo me rehusé a ser operada. No creía nada de todo eso, pero estaba con tanto Percodan y cosas... Y estaba llegando a un punto luego de un par de meses donde realmente me empecé a preguntar, cómo nunca me había accidentado antes... no podía ni llegar sola hasta el baño. Bueno, esos nueve días que pasé con la gente (los "Out of Traction/Back In Action"- Fuera de tracción, de nuevo en acción-), haciendo un par de sets por noche en el CBCG, alrededor de la época de "Easter", en el 77, fueron la mejor terapia que tuve. Me saqué el collar (para mantener el cuello inmóvil) al final de todo eso. No podía bancármelo.
Burroughs: Ese accidente ocurrió en Tampa, ¿no es cierto?
Patti: Sí.
Burroughs: Yo tuve una de los peores perfomances de mi vida en Tampa.
Patti: Esa performance en particular fue la culminación de uno de mis tres grandes períodos. Interpretar era algo nuevo para mí. Luego del período inicial de interpretar, donde como dije, mis primeras aspiraciones eran políticas, en mi propia manera, luego encontré que fue más allá de eso. Fui más allá, porque mis políticas son muy simples. Básicamente quería ser fuente de inspiración para los chicos, hacer que sacudan el culo, hacer que piensen, hacer que se sientan molestos, enojados, tanto como yo lo estaba. Hacer que miren a su alrederor y miren lo que está pasando, aún de la manera más simple, simplemente hacer que se pregunten unas pocas cuestiones. Vos sabés, intersedar un poco de alegría y dolor extra en sus vidas. Pero luego de un tiempo, me sentí muy intoxicada con el ritual de interpretar. Siempre intentamos algo más allá de lo que podíamos hacer, cada noche, lo que fue extremadamente doloroso para la mayoría de la banda. Para mí, es una alegría. Para, yo diría para la mitad de la banda, es una alegría, y para la otra mitad, es un dolor total tener que disparar más allá de ellos mismos en ese tipo de situación de presión, enfrente de la gente. Pero esas eran parte de las reglas para entrar a la banda. Quiero decir, formé la banda con mis ojos abiertos, pero cada tipo tenía que tener sus ojos abiertos también, saber que íbamos a intentar cosas que quizás no siempre fueron lo que teníamos que hacer para perpetuarnos a nosotros mismos como estrellas de rock. Tenían que comprender que buscábamos ciertas cosas que iban a ser algunas veces perjudiciales para nuestro avance en los círculos de negocios y sociales del rock 'n'roll. Y eso era muy duro.
Burroughs: Bueno, la misma cuestión aparece con la pintura, o la escritura.
Patti: Sí, pero la cosa es, cuando estás pintadno, o cuando estás escribiendo, vos tomás esa decisión, y es tu propia decisión. Pero en una banda de rock'rí roll, vos estás envuelto en lo vida de un montón de gente diferente. Y hay un montón de dinero en juego.
Burroughs: Estás envuelto en toda una generación -tu agente, los miembros de la banda, todo tipo de gente.
Patti: Estos han sido en realidad los años más duros de mi vida, fui demasiado idealista sobre el rock'n'roll. Yo lo amaba tanto, y pensaba que era como, vos sabés, el arte del pueblo. Estaba convencida de que era eso. Y porque lo creía tanto, no estaba preparada para -aún cuando es cierto que un montón de gente trató de prepararme-, no estaba preparada para presenciar la corrupción en su interior.
Burroughs: Bueno Patti, eso está cierfamente implícito en las grandes cantidades de dinero en juego. Dondequiera que haya esas sumas de dinero en juego, va a haber corrupción. Son cosas que van juntas.
Patti: Y yo ni siquiera siento amargura. No siempre culpo a los corruptores, culpo a los corrompidos tanto como a los corruptores. Quiero decir, yo diría que los corruptores son usualmente más fuertes que aquellos corrompidos, por eso es que la gente se corrompe, pero nosotros aún tenemos la opción de no ser corrompidos. Y yo tuve esa opción, y eso es lo que hice. Y cuando tuve por primera vez un contrato discográfico, el mío era uno de los más inusuales contratos de su época (1975), porque aunque obtuve un montón de dìnero para lo que solía llamarse un poeta en aquellos días -no tanta pasta como les dan a los chicos ahora, pero en ese momento era un montón de dinero y un montón de confianza puesta en mí- lo cierto es que obtuve un completo control artístico de lo que hacía -cosa muy rara para esa época también. Quiero decir, ni siquiera Bob Dylan consiguió eso en su primer contrato. Y aunque todos estos años han sido una pelea, todavía al final siempre conseguía lo que quería, si podía mantenerme el tiempo suficiente. La verdad del asunto es que managers y presidentes de compañías discográficas y todo el mundo, toda esa gente me ha ofrecido cosas. Por ejemplo, este último disco ("Wave", Arista, 1979) fue hecho dos meses atrás. Todavía no ha salido porque tuve largas discusiones con la gente que estaba envuelta en este aspecto de mi vida. Y algunos de ellos realmente se preocupaban por mí, a su propio modo. Pero todos ellos tenían una definición de éxito muy diferente de la que yo tengo. Eso lo hace muy dificultoso. Mirá, yo siento ahoro mismo, es como... la manera en que estamos hablando ahora es diferente de como yo me imaginé que hablaríamos, sabés... Pero no importa realmente. En verdad estoy muy exhausta, porque me he pasado dos meses en casi una especie de guerra psíquica, entre yo misma y la gente que está ayudando a perpetuar mis discos. Y yo en realidad tengo respeto por esa gente, aunque me pelee con ellos. Pero ellos tratan de verse estéticamente envueltos en lo que hago, y eso traba mi trabajo. Hasta pueden estar acertados en algunas de las cosas que han sugerido, porque lo que están tratando de hacer por mí es que yo haga un montón de dinero, y convertirme en lo que ellos dicen -una gran estrella- y también hacer ellos están tratando de hacer su dinero, pero tienen mi interés en mente.
Burroughs: Esa es su función.
Patti: Pero yo debo proteger, quiero decir, tengo que sentir que puedo pararme detrás del trabajo que hago, fallido o no. Puedo pararme detrás de una pieza de trabajo fallido que haya sido hecha con integridad; algunas veces es duro, pero me la puedo bancar, porque sé que hay un futuro. Sé que voy a hacer otra pieza de trabajo, que a veces una pieza de trabajo es un trampolín para la siguiente pieza de trabajo. Puedo aceptar eso.
Burroughs: Bueno, vos hablaste de eso, y también del hecho de que la orquesta está tratando de hacer algo que vaya un poco más allá de eso; bueno, eso implica que estás yendo a alguna parte. Si hablás de un trampolín, estás yendo desde aquí hasta aquí, hablás de la banda tocando un poco más allá, seguramente eso significa que tiene que haber algo más allá de eso, y más allá de eso.
Patti: Miro hacia mi futuro con tanta alegría, porque estoy en el más maravilloso... quiero decir, superficialmente mi vida está hecha una locura. Mududarme a Detroit fue es como ser arrancada, quiero decir, he vivido en New York por doce años. He luchado y he construído un cierto tabernáculo emocional aquí, una especie de tabernáculo que representa mi trabajo aquí. Y estoy muy orguIlosa del trabajo que hice aquí. Siento que he hecho un buen trabajo en esta ciudad; y la amo. Dejar New York fue una cosa muy dura. Pero lo hice con gran alegría también. Siempre fui una chica muy de la costa Este. Fui criada en South Jersey-Philly, Camden, todas las cuidades más "cool". Aunque en realidad durante mi adolescencia pensaba que la ciudad más "cool" de todas no era New York sino era Detroit, por el asunto de la Motown y todo eso... Pero la cosa es que estoy muy feliz porque encontré a la persona que estuve esperando encontrar desde que era una niña. Siento que he encontrado esa persona. Siempre creí que encontraría esa persona. Era mi sueño más grande, encontrar la persona que yo reconocería como mi persona. Y llegó tarde, quiero decir más tarde de lo que pensaba. Pero esa persona está abierfa hacia mí. Por primera vez, no estoy persiguiendo -la persona ha abierto para mí otro modo de expresarme a mí misma verdaderamente, que es la música-. Y aunque he estado dileando con el rock'n'roll, y siempre pensando en mí misma como el tipo de persona que es una especie de portavoz...
Burroughs: Bueno Patti, mirándome a mí como alguien que conoce muy poco -ya que realmente conozco muy poco- sobre música y lo que está sucediento ahora, simplemente dame una pequeña charla. Decime qué está sucediendo, y hacia dónde van las cosas.
Patti: No hay nada que conocer: los setenta fueron básicamente un período donde diferente gente estaba tratando de tomar un trono, ¿te das cuenta? La única gente que era un poco diferente -no siempre alguien que aunque sea me gustara- era gente como David Bowie. No lo quiero subestimar, de hecho algunos de sus trabajos han sido inspiradores para mí, pero él es aún... Sabés, no me conmueve. No quiero decir algo negativo, pórque él hace las suficientes cosas positivas que hacen que sea valedero para mí. Pero no me excitaba en los sesenta. Pienso que lo que había, era una ira que no sabíamos que muchos de nosotros teníamos. Todos sentíamos la soledad como una ira para que algo sucediera. Mientras pensábamos solos, en otro ado un grupo como Television también pensaban que estaban solos. Los chicos que después se volvieron los Sex Pistols pensaban que estaban solos. Todos nosotros, la gente que debería haber estado perpetuando, o ayudando a construir algo para más delante, estábamos inactivos. Y todos pensábamos que estábamos solos. Nuestro credo era "¡Despierta!", he dicho esto antes, pero te lo digo en el caso de que no lo hayas leído o algo: yo quería ser como Paul Reviere. Eso era toda mi cosa. No quería ser como Paul Riviere. No quería ser un gran héroe, no quería morir por la causa. No quería ser un márfir. Todo lo que quería para la gente era que se déspertaran de una maldita vez. Eso es todo lo que quería que hicieran, y siento que eso es lo que sucedió.
Burroughs: Bueno, como vos decís, eso es lo que sucedió. Tenés toda la generación punk, esencialmente, que son anti-héroes. Vemos que ellos rechazan los viejos valores, porque habiendo despertado, comprenden que todo ese sinsentido con el que han sido criados es un sinsentido. Y todos esos estandards. Y ellos están rechazando esos standards. O sea que podríamos verlos, si te parece, como algo que vos has sido instrumental en crear.
Patti: Todavía creo en el genio. Me importa un carajo, no estoy de acuerdo con esos chicos. Yo creo en los héroes. Mirá, yo amo a esos chicos, pero pienso que he sembrado un montón de pequeños monstruos, algunas veces. Porque no siento de la misma manera que ellos. No pienso que sea cool inyectarme heroína a los 21 años y morir de una sobredosis. Definitivamente. No quiero estar muerta. Yo existiría por siempre. Amo la vida, y amo estar sobre la Tierra. Amo ser uno Terrestre. No me gozo con la muerte de esa gente. No amo a Jimi Hendrix porque murió. Amo lo que hizo cuando estaba más vivo, y consultando a los dioses en escena. Eso es lo que amé. No tengo ningún interés en él consultando los dioses de la muerte. Pienso que lo que la gente pensaba de la New Wave -después que se volvió la New Wave-, se volvió una cosa tan orientada hacia la moda y los medios, un tipo de cosa muy de imagen, que la razón inicial para ella se distorsionó totalmente.
Burroughs: ¿Pero sentís, entonces, que toda la escena musical va a progresar?
Patti: Lo que hay que resaltar es que hay -odio llamarlos así- más impostores que nunca. No creo que alguien debería hacer arte a menos que sea un gran artista. Pienso que la gente tiene el derecho de expresarse a sí mismo en la privacidad de su propio hogar, pero no pienso que debería perpetuarse a menos que realmente hayan decidido que sea algo que ayudaría al avance de la raza humana, al menos en una manera placentera. Vos sabés lo que quiero decir. No significa que no me guste leer Mickey Spillane, o libros pornográficos... Antes el arte solía ser encuestionablemente arte. Y pienso que tenemos que volver a ese marco.
Burroughs: Pero no todos son tan optimistas como vos...
Patti: Bueno, quizás ése sea mi principal don. Sé que la gente no lo es, especialmente los hombres. Sé que las cosas se han vuelto tan corruptas que lo más... también pienso que ésa es la carta que tengo en ser mujer. Estoy hablando de un forma genérica, pero sólo en cierta clase de forma, no en el acto de la creación. Quiero decir, no te hablaría sobre género, si estuviéramos hablando acerca de interpretar propiamente, o el acto de hacer un trabajo como el arte. Comprendo que s importante ir más allá de tu género en ese proceso. Pero estoy orgullosa de ser del mismo género que Anna Magnani. Sé que las mujeres, por las bases de nuestro carácter, perpetuamos la civilización, y tenemos que ser optimistas. Tenemos que reer en el futuro, o si no... ya que somos nosotras las que llevamos los chicos al futuro, tenemos que sentir que no estamos preparándolos para encender un volcán. Nadie quiere traer un chico y luego largarlo sobre un volcán. Querés darle un paraíso.
Burroughs: Sí, muchas mujeres sienten de esa manera, quiero decir, sienten que no quieren cargar con chicos en este momento.
Patti: Pero algunas de nosotras tenemos que, sabés: yo, por ejemplo, tuve una niña doce años atrás. Esta chica está viva en algún lugar, y tengo un sentimiento muy espartano acerca de eso. No tengo deseos de conocerla, o de criarla, o de tener algún tipo de reunión emocional con ella. Pero me gustaría que existiera en un planeta donde hay espacio para que desarrolle sus percepciones, y pienso que lo que puede dar más espacio es la alegría. Creo en la conservación del planeta. No soy una católica mexicana. Quiero que el planeta continúe. Pero no tengo ningún deseo de vivir en un planeta que no tiene héroes, y no tiene ángeles, y no tiene santos, y no tiene arte. No tengo vergüenza de decirlo. No está muy a la moda pensar de esa forma, supongo, pero cuanto menos de moda se pone, más iracunda y más fuerte yo me vuelvo en mi posición. Estuve muy descorazonada en los últimos pocos años, porque tuve que aceptar un montón de cosas sobre nuestro planeta y sobre la realidad. Pero todavía, como dije, así como tenemos la tentación de ser corrompidos, tenemos la fuerza para no ser corrompidos. Me gusta pensar en esos cuarenta días cuando, yo te hablé de esto antes. La idea de Jesús. Todavía no pude aceptarlo completamente en mi mente. Todavía, simplemente no pude... el día que lo acepte totalmente va a ser un día maravilloso, si sucede, pero todavía tengo que pensar sobre eso. Todavía lo estoy explorando a ese tipo. Pero una de las historias que realmente me gustan es cuando él, justo en este período de tiempo, fue al desierto por cuarenta días y luchó con el Diablo, cuando ellos en realidad tuvieron una batalla verbal y física. Cuarenta días de alguién taladrándome el espíritu, es bastante...
Burroughs: Sí, es bastante horripilante...
Patti: Y él salió de eso. Este tipo tuvo que pasar cuarenta días sin comida ni bebida, en el medio de un desierto con el Diablo... y yo me quejo cuando me peleo con las estaciones de radio o las discográficas, y todo se me hace tan duro... Bueno, quizás no sea tan doloroso como yo lo hago parecer. Pero, te jode.
Traduccion y adaptación: Claudio Kleimann