Stanley Kubrick puede ser considerado como una
figura paradigmática en el arte del siglo XX, un símbolo del conflicto irreconciliable
entre la razón y la pasión, acompañado por el orgullo desmedido de un deseo por
controlar y determinar el curso de los eventos y por la devastadora ilusión de
poder acceder a una suerte de inmortalidad de la inteligencia, la única posible
respuesta al cruel sinsentido de la existencia física.
Paolo Cherchi Usai