Por Guillermo Altares
Publicado en EL PAIS (España)
Es cierto que
pocos escritores han tenido una huella tan profunda en nuestro tiempo. O mejor
dicho, deberían tener una huella tan profunda más allá de que algunas de sus
expresiones, como Gran Hermano, hayan entrado a formar parte del lenguaje
cotidiano. Aprovechando el sesenta aniversario de la muerte de George Orwell
(sus obras completas en inglés pueden ser consultadas en un sitio sin ánimo de
lucro), el ensayista y periodista británico Geoffrey Wheatcroft reflexiona
sobre la ética del autor de 1984 (una de las novelas más influyentes de todos
los tiempos) y acaba recordando lo que dijo de él Evelyn Waugh: "Era un
hombre con extraordinario sentido moral y con un enorme respeto por la justicia
y la verdad".
Nacido en la India
británica en 1903 y fallecido en Londres en enero de 1950, Eric Arthur Blair,
George Orwell, fue un intelectual radicalmente independiente, que luchó en
frentes reales (la guerra de España) e intelectuales, cuya obra es de una
claridad moral insobornable (en el siglo XX tal vez sólo resiste la comparación
con Albert Camus). En Homenaje a Cataluña, el libro en el que relata su
experiencia durante la
Guerra Civil , que Tusquets editó recientemente junto a otros
textos (Orwell en España), Orwell narra como llega a Barcelona en 1936, se une
a los trotskistas del POUM, va al frente y cuando vuelve a Barcelona se
enfrenta a la represión estalisnista. Sin embargo, su narración de aquellos
hechos, que casi le cuestan la vida, está marcada por una ínsolita voluntad de
ser honesto.
"Es curioso,
pero después de las experiencias que he vivido no tengo menos sino más fe que
antes en la honradez de los seres humanos. Y espero que lo que he contado no
confuda demasiado a nadie. Creo que en estos temas nadie es ni puede ser del
todo imparcial; es difícil estar seguro de nada, salvo de lo que se ha visto en
persona y, consciente o inconscientemente, todo el mundo escribe desde una
posición. Pero si no lo he dicho ya en páginas anteriores, lo diré ahora: tenga
cuidado el lector con mi partidismo, con mis detalles erróneos y con la
inevitable distorsión que nace del hecho de haber presenciado los
acontecimientos desde un lado.Y tenga cuidado, exactamente el mismo cuidado con
las mismas cosas cuando lea otros libros sobre este periodo de la guerra civil
española", escribe al final de Homenaje a Cataluña. ¿Cuántos escritores
serían capaces de acabar un libro diciendo a sus lectores: no me crean, sean
prudentes con lo que han leído, consulten más fuentes?
Y todo ello
escrito en un lenguaje tan claro, directo y preciso, como su propio
pensamiento. No en vano, el semanario británico The Economist encabeza su libro
de estilo con seis reglas de escritura de Orwell: 1) Nunca uses una metáfora,
simil o cualquier otra figura de estilo que estés acostumbrado a leer 2) Nunca
utilices una palabra larga cuando puedas reemplazarla por una corta 3) Si
puedes cortar una palabra, cortala 4) Nunca utilices el pasivo cuando puedas utilizar
el estilo directo. 5) Nunca utilices una expresión extranjera o científica si
existe un equivalente en la lengua de todos los días 6) Rompe cualquiera de
estas reglas si te obligan a escribir algo que suene fatal.