26/3/12

La honestidad como legado de Orwell



Por Guillermo Altares
Publicado en EL PAIS (España)

Es cierto que pocos escritores han tenido una huella tan profunda en nuestro tiempo. O mejor dicho, deberían tener una huella tan profunda más allá de que algunas de sus expresiones, como Gran Hermano, hayan entrado a formar parte del lenguaje cotidiano. Aprovechando el sesenta aniversario de la muerte de George Orwell (sus obras completas en inglés pueden ser consultadas en un sitio sin ánimo de lucro), el ensayista y periodista británico Geoffrey Wheatcroft reflexiona sobre la ética del autor de 1984 (una de las novelas más influyentes de todos los tiempos) y acaba recordando lo que dijo de él Evelyn Waugh: "Era un hombre con extraordinario sentido moral y con un enorme respeto por la justicia y la verdad".
Nacido en la India británica en 1903 y fallecido en Londres en enero de 1950, Eric Arthur Blair, George Orwell, fue un intelectual radicalmente independiente, que luchó en frentes reales (la guerra de España) e intelectuales, cuya obra es de una claridad moral insobornable (en el siglo XX tal vez sólo resiste la comparación con Albert Camus). En Homenaje a Cataluña, el libro en el que relata su experiencia durante la Guerra Civil, que Tusquets editó recientemente junto a otros textos (Orwell en España), Orwell narra como llega a Barcelona en 1936, se une a los trotskistas del POUM, va al frente y cuando vuelve a Barcelona se enfrenta a la represión estalisnista. Sin embargo, su narración de aquellos hechos, que casi le cuestan la vida, está marcada por una ínsolita voluntad de ser honesto.
"Es curioso, pero después de las experiencias que he vivido no tengo menos sino más fe que antes en la honradez de los seres humanos. Y espero que lo que he contado no confuda demasiado a nadie. Creo que en estos temas nadie es ni puede ser del todo imparcial; es difícil estar seguro de nada, salvo de lo que se ha visto en persona y, consciente o inconscientemente, todo el mundo escribe desde una posición. Pero si no lo he dicho ya en páginas anteriores, lo diré ahora: tenga cuidado el lector con mi partidismo, con mis detalles erróneos y con la inevitable distorsión que nace del hecho de haber presenciado los acontecimientos desde un lado.Y tenga cuidado, exactamente el mismo cuidado con las mismas cosas cuando lea otros libros sobre este periodo de la guerra civil española", escribe al final de Homenaje a Cataluña. ¿Cuántos escritores serían capaces de acabar un libro diciendo a sus lectores: no me crean, sean prudentes con lo que han leído, consulten más fuentes?
Y todo ello escrito en un lenguaje tan claro, directo y preciso, como su propio pensamiento. No en vano, el semanario británico The Economist encabeza su libro de estilo con seis reglas de escritura de Orwell: 1) Nunca uses una metáfora, simil o cualquier otra figura de estilo que estés acostumbrado a leer 2) Nunca utilices una palabra larga cuando puedas reemplazarla por una corta 3) Si puedes cortar una palabra, cortala 4) Nunca utilices el pasivo cuando puedas utilizar el estilo directo. 5) Nunca utilices una expresión extranjera o científica si existe un equivalente en la lengua de todos los días 6) Rompe cualquiera de estas reglas si te obligan a escribir algo que suene fatal.


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